sábado, 11 de marzo de 2017

HALLAZGO EN CENOTES

HALLAZGO EN CENOTES

 Lunes, 14 de Septiembre de 2009

Expertos en arqueología subacuática detectaron 12 cráneos prehispánicos mayas y 2 rifles coloniales.

Una docena de cráneos prehispánicos mayas, dos rifles de la época colonial y cerca de medio centenar de vasijas, algunas con una antigüedad que correspondería del año 400 al 250 a.C., fueron halladas por especialistas en arqueología subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), en la profundidad de varios cenotes de Yucatán.

Lo anterior durante la más reciente temporada de exploración y registro que los expertos efectuaron en cinco de estos espacios subterráneos e inundados, mismos que fueron integrados al Atlas Arqueológico Subacuático para el Registro, Estudio y Protección de Cenotes de la Península de Yucatán, con los cuales suman ya 28 los sitios de este tipo con evidencias culturales.

La arqueóloga Lisseth Pedroza, de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH, informó que los cenotes en los que se localizaron los materiales prehispánicos y coloniales son: Balmi, Canun Che’en, La Guadalupana, Xkal Xkal y Kan Kab Che’en.

En estas dolinas inundadas (término geológico de estos cuerpos de agua) además del registro sistemático espacial, los investigadores llevaron a cabo la valoración del patrimonio cultural detectado en el interior, cuyas profundidades van desde 10 hasta 45 metros.

En el cenote Kan Kab Che’en se hallaron 37 vasijas de uso doméstico y ritual, que preliminarmente se ha estimado podrían datar del periodo Preclásico Tardío (400 – 250 a.C.). “Algunas son ollas ovoides de color rojo y tuvieron un uso mortuorio, como lo revelan diversas perforaciones intencionales;  su forma es similar a las ánforas romanas, y sólo se habían reportado en el sitio Cuello, en Belice”.

Por lo que toca a los restos humanos, la arqueóloga subacuática detalló que en los cenotes de  Balmi, Canun Che’en y La Guadalupana se hallaron 12 cráneos prehispánicos de la cultura maya —cuatro en cada uno—, los cuales presentan deformación craneal y dentaria, además de fragmentos de cerámica.

"En el último sitio también se hallaron dos rifles de la época colonial, de los cuales habrá que ampliar la identificación para determinar su origen (español, francés o inglés), y precisar su temporalidad, ya sea siglo XVIII o de las dos primeras décadas del siglo XIX", abundó Lisseth Pedroza.

En el cenote de Xkal Xkal —con 85 metros de hondura— por la complejidad sólo se pudo hacer el registro hasta los 35 y 40 metros de profundidad, donde se detectaron algunos restos humanos y vasijas. “Dadas las condiciones del lugar tendremos que diseñar otro tipo de logística para completar el inventario posteriormente”.

Durante los trabajos de registro geográfico de los cinco pozos naturales, los especialistas del INAH no realizaron la extracción de los materiales, debido a que al estar depositados por cientos de años en un ambiente húmedo se vuelven endebles y al momento de sacarlos se pulverizan.

"Hicimos el registro dentro de los cenotes mediante diversas inmersiones y sólo tomamos algunas muestras de tiestos que serán estudiados en los laboratorios del INAH", abundó la arqueóloga de la SAS, luego de indicar que estos fragmentos se examinarán por los métodos de petrografía y luminiscencia, cuyos resultados servirán para diseñar un proceso de restauración que podría aplicarse en un futuro cuando se colecten los objetos.

Por otra parte, Lisseth Pedroza comentó que los cenotes más contaminados son los que están dentro de los poblados, como el caso de La Guadalupana, en el que se aprovechó para hacer su limpieza, ahí se sacó gran cantidad de basura, principalmente bolsas de plástico.

"Es importante crear conciencia para que la gente nos ayude a protegerlos. En la medida en que la población entienda el valor histórico, cultural y ambiental de estos contextos arqueológicos, se van a poder preservar".

Para las antiguas civilizaciones mayas los cenotes eran espacios sagrados relacionados con la fertilidad, contenedores del suhuy ha’ o agua virgen y accesos al inframundo o Xilbalba, por ende fueron puntos para la práctica de rituales asociados a la fertilidad y la muerte.

Hallazgo supera lo encontrado en el cenote Chichén Itzá

Hallazgo supera lo encontrado en el cenote Chichén Itzá




Especialistas mexicanos hallaron 120 esqueletos con una antigüedad de hasta mil 885 años en un cenote maya

QUINTANA ROO.- Especialistas mexicanos hallaron 120 esqueletos con una antigüedad de hasta mil 885 años en un cenote maya, en el Estado de Quintana Roo, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El cenote llamado Las Calaveras, de 30 metros de diámetro, "podría ser el depósito funerario de la época prehispánica mejor conservado y el de mayor concentración de esqueletos humanos del área maya", según el INAH.
Hasta el momento, en su profundidad se han encontrado 120 osamentas y se calcula que la cifra podría ascender a 150, conforme avancen las investigaciones.
La arqueóloga subacuática Carmen Rojas informó que los esqueletos datan de los años 125 y 236 de nuestra era, superando al cenote Chichén Itzá, en Estado de Yucatán.
Rojas dijo que hasta antes de este hallazgo el cenote en Yucatán representaba el de mayor número de osamentas depositadas en ese tipo de fosas que los antiguos mayas usaron como depósitos funerarios.

"Por las características del lugar y el número de esqueletos hallados es probable que se encuentren por lo menos 30 más o incluso que haya hasta 200, con lo que rebasaría el número de restos humanos localizados en tierra en Tikal (Guatemala), una de las ciudades mayas más grande del periodo Clásico (125-236 d.C.)", dijo la experta.
Desde 2007, el INAH lleva a cabo el registro sistemático de las osamentas del cenote Las Calaveras, labor que cuenta con la participación de National Geographic. Este depósito natural de agua fue detectado en 2002, cuando un buzo alertó sobre la presencia de restos óseos.
Los restos encontrados están "en un perfecto estado de conservación, lo que permitirá el desarrollo de estudios de genética y antropológicos para conocer más a fondo a la antigua población maya que se asentó en esta región", comentó Rojas.
Explicó que estos espacios acuáticos tuvieron la función de cementerios, toda vez que algunas de las osamentas presentan tratamientos funerarios, al estar acompañadas de vasijas y animales como ofrendas.
Como parte de la investigación arqueológica en cuevas sumergidas de Quintana Roo, la arqueóloga comentó que desde hace más de una década, el INAH estudia cuatro esqueletos con una antigüedad de entre ocho y 12 mil años, lo que los ubica en el periodo premaya o prehistórico.
Para saber
Para los antiguos mayas, los cenotes, al igual que las cuevas, representaban entradas al mundo de los muertos, llamado Xibalbá, por lo que eran usadas como cámaras funerarias naturales.

La fascinante historia de Naia, el esqueleto hallado en un cenote mexicano

La fascinante historia de Naia, el esqueleto hallado en un cenote mexicano


Naia tenía alrededor de 15 años cuando se cayó en un hoyo hace unos 12.000 años, en lo que hoy forma un cenote en la península de Yucatán, México.

Desde entonces, los restos de su esqueleto casi completo permanecieron ocultos en una fascinante cueva subacuática.
Pero la increíble historia de Naia, tal es el nombre griego que le pusieron quienes la encontraron, comenzó a revelarse cuando un grupo de buzos exploradores la encontró en 2007 en su tumba sumergida.
Su hallazgo es muy importante para comprender mejor los orígenes de los primeros pobladores del hemisferio occidental y su relación con los indígenas contemporáneos.
Naia, que quiere decir ninfa del agua, fue hallada rodeada de varios animales ya extinguidos a más de 40 metros bajo el nivel del mar en Hoyo Negro, un profundo cenote en el sistema de cuevas Sac Actun.
Así nació el proyecto Hoyo Negro, dirigido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano (INAH) con el apoyo de la Sociedad Geográfica Nacional de Estados Unidos.
"Este descubrimiento es extremadamente significativo", dijo Pilar Luna, directora de arquología subacuática del INAH.
"No solo echan luz sobre los orígenes de los modernos americanos, claramente demuestran el potencial paleontológico de la península de Yucatán y la importancia de conservar el patrimonio único de México".

Oscuridad


Cráneo hallazgoDerechos de autor de la imagenPAUL NICKLEN NATIONAL GEOGRAPHIC

"No teníamos ni idea de lo que íbamos a encontrar cuando entramos inicialmente en la cueva, que es lo fascinante de bucear en una cueva", dijo Alberto Nava, parte del equipo de buceadores que descubrió Hoyo Negro.


"Descendimos en una piscina de agua clara y cristalina, un cenote, ubicado a 8 kilómetros del Caribe", relata Nava.
Y tras recorrer un túnel subacuático de alrededor de 1,5 kilómetros, los espeleólogos llegaron a la cueva del tamaño de una "cancha profesional de baloncesto", según describen los científicos.
"En el momento en que entramos en este sitio, supimos que era un lugar increíble. El suelo desapareció debajo de nosotros y no llegábamos a ver el otro lado”.
"Apuntamos con nuestras luces hacia abajo y hacia los lados, y todo lo que podíamos ver era oscuridad".
"Sentimos como si nuestras poderosas linternas submarinas fueran absorbidas por este vacío, así que lo llamamos Hoyo Negro", contó Nava.


DienteDerechos de autor de la imagenJAMES CHATTERS
Image captionLos restos encontrados en Hoyo Negro incluyen varios dientes bien conservados.

De esta forma comenzó la aventura de este hallazgo, que más tarde involucró a un grupo interdisciplinario de científicos. Pero el descubrimiento, cu
ya descripción y análisis firman 16 personas en el estudio que publica este jueves la revista Science, presentaba muchos desafíos.
El equipo de buceadores profesionales, arqueólogos y paleontólogos, tuvo que documentar los huesos en el lugar.
"Los buceadores espeleólogos tomaron cursos especializados para recoger información con fines arqueológicos, para registrar apropiadamente el contexto general, tomar muestras, medidas, fotos, videos, etc., y seguir con extremo cuidado todos los requerimientos de los expertos, a pesar de la complejidad y los peligros de la cueva en sí misma", explicó Pilar Luna.
La cámara subacuática, añadió James Chatters, autor principal del estudio, estuvo "oculta y sellada por el agua por al menos los últimos 8.000 años".

Naia cuevaDerechos de autor de la imagenROBERTO CHAVEZ ARCE
Image captionLos espeleólogos se maravillaron al encontrar la cámara subacuática en la que estaba Naia.

"Es una cápsula del tiempo para el clima, y para la vida humana, de animales y de plantas del final de la última glaciación".
Hubo un tiempo en que estas cuevas estuvieron secas, y varios animales y al menos una persona, quizás buscando agua dulce en sus túneles, cayeron en esta trampa, sugirió el experto.
"Hemos identificado hasta ahora al menos 26 grandes animales, incluyendo felinos dientes de sable, perezosos gigantes y gonfotéridos, parientes de los elefantes".

Estudiando a Naia

En base a una combinación de datación directa por radiocarbono e indirecta por el método de uranio-torio, los científicos pudieron determinar que el de Naia es uno de los esqueletos más antiguos descubiertos en el continente.
Pero además es el más completo de más de 12.000 años, ya que incluye todos los huesos principales del cuerpo, el cráneo intacto y varios dientes.
Gracias a eso, la tarea de desentrañar la historia de la joven a partir de su ADN dio sus frutos en el laboratorio.

cráneo de Naia en la cuevaDerechos de autor de la imagenPAUL NICKLEN NATIONAL GEOGRAPHIC
Image captionLos buceadores tuvieron que medir y documentar el hallazgo en el lugar.

Esta es la primera vez que los investigadores pudieron vincular un esqueleto con las características faciales y del cráneo de un poblador americano primitivo o paleoamericano con el ADN relacionado con los cazadores-recolectores que cruzaron el puente terrestre de Bering desde el noreste de Asia hace entre 26.000 y 18.000 años.


Pero la forma del cráneo de Naia es diferente de los indígenas americanos modernos. Esas formas han llevado a que los científicos creyeran en el pasado que esos pueblos provenían de una población separada que pudo haber llegado desde tan lejos como la Polinesia.
Sin embargo, el análisis genético econtró un vínculo entre Naia y los indígenas modernos, algo que apoya la teoría de que ambos provienen de una población que "evolucionó en el lugar" en América.
De acuerdo con James Chatters, autor principal del estudio, "esta expedición produjo una de las más convincentes evidencias hasta la fecha de un vínculo entre los paleoamericanos, los primeros pobladores de América tras la última glaciación, e indígenas americanos modernos".

Cráneo de NaiaDerechos de autor de la imagenROBERTO CHAVEZ ARCE
Image captionEl cráneo de Naia, tal como fue hallado.

"Lo que esto sugiere es que las diferencias entre los dos son resultado de la evolución in situ, en lugar de migraciones separadas de distintos orígenes del Viejo Mundo".
Los científicos han debatido desde hace tiempo sobre el origen de los primeros pobladores del continente Americano.
La teoría más aceptada –y varios análisis genéticos apoyan esta visión– sugiere que los inmigrantes originales cruzaron un puente terrestre que conectó alguna vez el noreste de Asia con lo que hoy es Alaska.
Los análisis genéticos independientes realizados en tres laboratorios distintos llegaron al mismo resultado: el linaje genético de Naia sólo es compartido por indígenas americanos.
"Pudimos identificar su linaje genético con una alta certeza", dijo Ripan Malhi, del Instituto de Biología Genómica de la Universidad de Illinois, uno de los laboratorios implicados en el estudio.


"Esto muestra que los actuales indígenas americanos y los restos de esta antigua joven que analizamos provienen de la misma población de cuando América comenzaba a poblarse".
Los laboratorios de Brian Kemp de la Universidad Estatal de Washington y de Deborah Bolnick en la Universidad de Texas también extrajeron y analizaron AND mitocondrial de los dientes de Naia.
"Naia es uno de los pocos esqueletos encontrados en América que datan de hace 12.000 a 13.000 años, así que nos gustaría secuenciar su genoma entero", dijo Kemp.
"Nuestro siguiente paso se enfocará en intentar secuenciar el ADN nuclear de Naia, determinar la edad y la genética de los otros esqueletos de animales de la cueva y reconstruir el entorno en el que ellos y Naia vivieron", adelantó Chatters.
La investigación fue un esfuerzo internacional que involucró a científicos, buceadores y técnicos de más de diez instituciones.


El Cenote Petén Pila en Sisal

El Cenote Petén Pila en Sisal


El cenote Petén Pila es un manantial que se encuentra en un petén en la comisaría de Sisal que pertenece al municipio de Hunucmá. El petén es un ecosistema también denominado isla que se encuentra en las ciénagas, que cuenta con vegetación alta compuesta por árboles de zapotes, mangle, palmas y helechos entre otros, donde acuden una gran variedad de animales como tlacuaches, cocodrilos, así como variedad de especies de aves. Estos sitios de formación circular están alimentados normalmente por un manantial de agua dulce que se localiza generalmente en el centro.
Cuenta con un andador de madera de 120 metros de largo por 1.5 de ancho para llegar al manantial y a 200 metros de éste un mirador para la observación de aves. 
Se localiza a 500 mts. de Sisal, a 500 metros hacia el poniente rumbo al puerto de abrigo.“Peten Pila”. El Petén es un ecosistema también denominado isla que se encuentra en las ciénegas. Cuenta con vegetación alta compuesta por árboles de zapotes, mangle, palmas y helechos entre otros, donde acuden una gran variedad de animales como tlacuaches, cocodrilos, así como variedad de muchas especies de aves. Estos sitios (peten) de formación circular están alimentados normalmente por un manantial de agua dulce que se localiza generalmente en el centro.